lunes, 5 de noviembre de 2012

EL POTENCIAL DE LOS RESIDUOS FORESTALES


La transformación de residuos forestales en productos de alto valor

¿Se está obteniendo el máximo aprovechamiento de los residuos forestales?

Para no caer en errores y falsos planteamientos, sólo pueden considerarse como residuos forestales aquellos que se generan directamente en el medio forestal. Por tanto su definición debe ajustarse como aquellos materiales que se desprenden en los aprovechamientos madereros y no son extraídos habitualmente por no ser convertibles en subproductos pero que pueden ser utilizados como combustible orgánico. Los residuos generados directamente en aprovechamientos madereros pueden tener su origen en actividades diversas: claras y clareos, podas, selección de rebrotes etc. Actualmente la mayor parte de los residuos forestales procede de cortas finales. En estos casos este material está compuesto por ramas, despuntes, hojas y acículas.
Víctor Comas
Los tratamientos más comunes de esta biomasa residual son la quema controlada o el amontonamiento del material en el monte. En raras ocasiones se trituran o astillan abandonándose en el monte para favorecer la rápida incorporación al suelo. En España existen actualmente 1.000 millones de metros cúbicos de biomasa, de los cuales se regeneran tan solo 46 millones cada año.
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Actualmente, la mayor parte de los residuos forestales procede de cortas finales.
El coste adicional que supone el tratamiento de estos residuos, hace que en la mayor parte de los casos el material quede disperso por la zona de corta. En algunas ocasiones, generalmente cuando se realiza una regeneración artificial, se realiza un desbroce o trituración in situ con el fin de facilitar las labores de plantación. El abandono de estos materiales en la superficie del monte supone un alto impacto ambiental. Esto es debido a que el elevado volumen de biomasa sobrante tiene una lenta descomposición, permaneciendo largo tiempo en el lugar. En la época calurosa estos residuos sufren un secado suponiendo posteriormente focos con alto riesgo de incendio.

Un aprovechamiento de los residuos escaso y poco eficaz

Los residuos forestales en contraposición a los residuos de la industria de transformación maderera no están siendo aprovechados de forma eficaz, ni para la generación de energía, ni en la fabricación de productos derivados. Las razones son tanto económicas como técnicas, así como de falta de información y conocimiento de los propietarios de las explotaciones forestales y de la sociedad en general.
El aprovechamiento de los residuos forestales requiere optimizar los procesos de extracción, transporte, selección y transformación a través de un sistema que sea económicamente atractivo y ecológicamente sostenible. ¿Se está haciendo así?. La realidad es que no, y hoy por hoy la eliminación de los residuos de la industria forestal sigue siendo un problema mal resuelto.
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En España existen actualmente 1.000 millones de metros cúbicos de biomasa, de los cuales se regeneran tan solo 46 millones cada año.

Una infinidad de alternativas

El uso más común que se da al escaso porcentaje de residuos forestales que se recicla se centra en la generación de combustibles para el desarrollo de energías alternativas. Un uso muy ecológico, recomendable y deseable, pero de muy escasa rentabilidad y más cuando el potencial de los residuos forestales para transformarse en productos de alto valor para sectores como las industrias farmacéutica, química y cosmética es enorme. Lignocelulosas, biofertilizantes, suplementos alimenticios, sustancias bioactivas, derivados clorofílicos, aceites esenciales, harina vitamínica..., no es ciencia ficción, no, son solo un ejemplo de productos de alto valor que pueden obtenerse de los residuos forestales, que mientras en otros países se aprovechan al máximo, aquí se acumulan en nuestros bosques.

La gestión inteligente de los residuos

En el mundo preocupado por la gestión inteligente de los residuos existen cientos de ejemplos que ponen de manifiesto que se pueden desarrollar infinidad de proyectos encaminados a obtener la máxima rentabilidad de dichos residuos sea cual sea su tipología. Veamos algunos ejemplos aplicados al ámbito de los residuos forestales.
En los Países Bajos, los “bosque energéticos” son ya una realidad: se trata de bosques de rotación breve, cultivados algunas veces en condiciones artificiales con el principal objetivo de utilizar la madera para la producción de energía. Recientemente se han obtenido importantes resultados empleando algunas clases de agujas de coníferas.
En Suecia se ha demostrado que las agujas de la picea y del pino contienen sustancias aprovechables para piensos, preparaciones vitamínicas, y semielaborados químicos. Desde hace años una potente industria fabrica 200.000 toneladas de muka, una harina vitamínica hecha de agujas de pino.
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Los residuos forestales en contraposición a los residuos de la industria de transformación maderera no están siendo aprovechados de forma eficaz.
En Canadá, la firma State Technology, LTD, comercializa un producto bajo la marca comercial 'Procell' que se obtiene a partir de los desechos del bosque y que está descrito como un producto fibroso, de olor agradable, buen gusto y que eleva el apetito, constituyéndose así en un completo suplemento alimenticio en la dieta animal. También producen, a partir de los prehidrolizados de maderas duras, xilitol, un azúcar que reduce la incidencia de caries dentales, con un poder edulcorante comparable a la sacarosa.
Estos tres casos, y hay muchos más, son ejemplos de aprovechamiento de los residuos forestales ya en fase de producción, pero es que además, hay cientos de investigaciones científicas que multiplican por mil las posibilidades que ofrecen los residuos forestales para obtener productos de alta calidad y máxima rentabilidad.
En Chile, un grupo de investigadores han estudiado el comportamiento de mezclas suelo-aserrín-ceniza y han comprobado la posibilidad de utilización de estos residuos como mejoradores de la fertilidad de los suelos, ya que las mezclas producen un incremento en el nivel de elementos nutritivos.
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El abandono de los residuos forestales en la superficie del monte supone un alto impacto ambiental y la creación de focos con alto riesgo de incendio.
En Portugal un grupo de científicos ha demostrado la efectividad de la corteza de pino y eucalipto como sustitutos de la zeolita en calidad de intercambiadores iónicos vegetales para la fertilización del suelo, composteada con otros compuestos.
Se conoce que varios países como Estados Unidos, Finlandia y Australia realizan experimentos que demuestran la efectividad de la utilización de residuos de la industria de la elaboración primaria de la madera y el follaje en la obtención de alimento animal a partir de la tecnología química moderna y la biotecnología. Dichos experimentos también demuestran que el follaje de los árboles talados representa una fuente de biomasa aprovechable para la obtención de aceites esenciales, ceras, extractos vegetales (derivados de clorofilas y concentrados alimenticios) y forrajes.

La explotación racional de los recursos naturales

Los ejemplos expuestos demuestran que existen alternativas para un uso sostenible y un mayor aprovechamiento de los residuos forestales. No hay excusas. Desde el punto de vista económico existen ya diversas metodologías que garantizan la obtención de productos de alta demanda para la agricultura, la ganadería, la industria alimentaría, la química, la cosmética... Desde el punto de vista ambiental, el aprovechamiento máximo de los residuos forestales implica bosques más limpios, más sanos y una reducción drástica de los peligros de incendio. Y quizás el menos lucrativo, pero también importante, el máximo aprovechamiento de los residuos forestales y la visualización por parte de la población de que ese proceso aporta beneficios, ayuda a construir una sociedad capaz de impulsar la formación de valores con relación a la explotación racional de los recursos naturales.

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